martes, 19 de noviembre de 2013

Comunicación No Violenta

Dar desde el corazón.<3 Hablar y escuchar que nos lleva a dar desde corazón, a conectarnos con nosotrxs mismxs y con otras personas de una manera que permite que aflore nuestra compasión natural. En lugar de obedecer a reacciones habituales y automáticas se convierten en respuestas conscientes con una base firme, en un registro de lo que percibimos, sentimos y deseamos. Marshal Rosenberg, un psicólogo norteamericano padre de la Comunicación No Violenta, le obsesionaron dos cosas: ¿Qué hace a las personas abandonar su humanidad y tratar a los demás como si no fueran humanos? ¿Qué hace que las personas, aun en las peores circunstancias, sigan tratando a los demás con compasión y respeto? Desarrolló 4 pasos que componen la Comunicación No Violenta: 1. Observación. Ante cualquier situación y sobre si creemos que puede dar lugar o ser el origen de un conflicto, lo que hay que hacer es tratar de observarla de la forma más objetiva posible, sin hacer juicions de valor. Sin pensar si es bueno o malo. Cada uno tenemos nuestro propio concepto de bondad o maldad. Tenemos sitios comunes, pero nunca juzgaremos igual dos situaciones. Por eso hay que dejar los juicios de valor de lado y centrarse en los hechos. Se trata de describir. 2.Sentimientos. Lo siguiente es tratar de averiguar los sentimientos que nos provocan estos estos hechos. Nos hacen sentir tristes, alegres, irritados, furiosos… Cualquier acción que hagan los demás, nos provocará una reacción sentimental por nuestra parte, se trata de buscar e identificar qué sentimiento(s) nos está sacando. 3.Necesidades. Se trata ahora de ver cómo estos sentimientos se ajustan a nuestras necesidades. Necesidades del tipo, orden, limpieza, libertad, amor, cariño, respeto, reconocimiento… Cada uno y en cada momento tenemos unas u otras necesidades que necesitamos satisfacer para sentirnos felices. 4.Peticiones. Una vez que ya sabemos lo que realmente queremos, cuáles son nuestras necesidades, es el momento de solicitar a la otra persona que haga algo por nosotros. Que lleve a cabo una acción para hacernos más felices. Fuente: COMUNICACION NO VIOLENTA : UN LENGUAJE DE VIDA - MARSHALL ROSENBERG.

domingo, 17 de noviembre de 2013

La mente existe en un estado de «nunca tener suficiente». Una forma de Violencia. E. Toller

Lectura recomendada. La mente existe en un estado de «nunca tener suficiente», por lo que siempre ambiciona más. Cuando te identificas con la mente, te aburres y te inquietas fácilmente. El aburrimiento significa que la mente tiene hambre de nuevos estímulos, de más alimento para el pensamiento, y que su hambre no está siendo satisfecha. Cuando estás aburrido, puedes satisfacer «hambre mental» leyendo una revista, haciendo una llamada telefónica, poniendo la tele, navegando en Internet, yéndote de compras o —y esto es bastante común— transfiriendo al cuerpo la sensación mental de carencia y la necesidad de querer siempre algo más, satisfaciéndolas brevemente ingiriendo más comida. O puedes sentirte aburrido e inquieto, y observar la sensación de estar aburrido e inquieto. A medida que vayas dándote cuenta de estas sensaciones, empezará a surgir algún espacio y quietud en torno a ellas. Al principio sólo habrá un poco, pero, conforme crezca la sensación de espacio interno, el aburrimiento empezará a disminuir en intensidad y significado. De modo que incluso el aburrimiento te puede enseñar quién eres y quién no eres. Descubres que ser «una persona aburrida» no es tu identidad esencial. El aburrimiento, simplemente, es un movimiento interno de la energía condicionada. Tampoco eres una persona enfadada, triste o temerosa. El aburrimiento, el enfado, la tristeza o el miedo no son «tuyos», no son personales. Son estados de la mente humana. Vienen y van. Nada de lo que viene y va eres tú. «Estoy aburrido/a»; ¿quién sabe esto? «Estoy enfadado/a, triste, atemorizado»; ¿quién lo sabe? Tú eres el conocimiento, no el estado conocido. Los prejuicios de todo tipo implican que te sientes identificado con la mente pensante. Significar que ya no ves al otro ser humano, sino únicamente tu propio concepto de ese ser humano. Reducir la riqueza de vida de otro ser humano a un concepto es en sí mismo, una forma de violencia. EL SILENCIO HABLA Eckhart Tolle