jueves, 20 de noviembre de 2014

Crónica del Oprimido. Debes Oprimir el Botón para que funcione

Del verbo Oprimir, Oprimido 1. Ejercer presión sobre algo o alguien 2. Dominar con autoridad excesiva o injusta: Tiranizar. 3. Producir Angustia a algo o alguien. Dramaturgia simultanea que genera las clases oprimidas y para los oprimidos. Decía Paulo Freire que ahí es donde radica la gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: Liberarse así mismo y liberar a los opresores. Ahora bien, ¿cómo liberarnos de nuestro rol de oprimidos?. La injustica genera víctimas, las víctimas se convierten en oprimidos. Dinámicas del poder
Todas las personas vivimos situaciones con diferentes relaciones de poder y somos conscientes de ello a través de nuestras experiencias pasadas (padres-hijos, niños-maestro, empleado-jefe, hombre-mujer, etc.). A veces nos hemos sentido muy impotentes y a expensas de gente más poderosa que nosotros (víctimas), otras veces nos sentimos poderosos y tal vez abusamos de otras personas inconscientemente (agresores), o tal vez vemos las injusticias que sufren los demás y nos ofrecemos para ayudarles (salvadores). La existencia de estos roles en un grupo da lugar a una estructura típica conocida en análisis transaccional como “triángulo del poder”: agresor (perseguidor) – salvador (rescatador) – víctima. Esta estructura parece estar presente en muchos grupos y ocasiones (familia, trabajo, amigos, socios, etc.). No es raro que una persona, a lo largo de su vida, haya jugado los tres roles anteriores, incluido el de agresor. Ahora bien, curiosamente tenemos una inevitable tendencia a olvidarnos de las veces que hemos sido “agresores” y recordamos fácilmente todas las veces que hemos sido “víctimas”, normalmente desamparadas y sin poder alguno. Desde tal actitud lo único que nos queda es la queja y el recurso al terrorismo. Superar nuestro victimismo es un primer paso insoslayable en el proceso de empoderamiento. Es necesario cambiar nuestra actitud, aprender a releer nuestro pasado de diferente manera (entre otras cosas porque “nuestro” pasado no tiene casi nada de nuestro y suele ser una recreación a partir de datos fragmentados e inconexos) y desarrollar una actitud creativa ante la vida. Con un cambio de actitud, el triángulo del poder se puede transformar en el triángulo del descubrimiento. El agresor que se hace consciente de su rango y que pasa a hacer un uso transparente de él se convierte en un auténtico líder: utiliza su poder para el bien de todas, abandona las amenazas y los resentimientos, expone claramente sus razones para hacer las cosas y solicita y respeta el punto de vista de la otra persona. La víctima que se hace consciente de su situación y pasa a hacer un uso transparente del poder (que no olvidemos también tiene) se convierte igualmente en un líder: utiliza su poder para el bien de todas convirtiendo su oposición y crítica en algo útil y constructivo, abandona los deseos de venganza y los pequeños actos terroristas, utiliza incluso la situación más difícil como una oportunidad para aprender y celebra su capacidad para encontrar su propio camino. Por último, el salvador que se llena de humildad y compasión y actúa desde ahí con autenticidad y transparencia se convierte en un verdadero facilitador, en un élder: acoge indistintamente a ambas partes en conflicto, observa la situación global y considera cuánta ayuda es, o no es, adecuada; interviene lo justo y su papel pasa incluso desapercibido. ¿Quién debe llevar la iniciativa en este juego para pasar del triángulo del poder al triángulo del descubrimiento? Quien antes tenga consciencia de ello. Con mucha probabilidad, las víctimas. Porque como dice Paolo Freire en Pedagogía del oprimido: Paolo Freire “La gran tarea humanista e histórica de los oprimidos consiste en liberarse a sí mismos y liberar a los opresores. Estos, que oprimen, explotan y violentan en razón de su poder, no pueden tener en dicho poder, la fuerza de la liberación de los oprimidos ni de sí mismos. Sólo el poder que renace de la debilidad de los oprimidos será lo suficientemente fuerte para liberar a ambos”. Liberémonos pues de nuestra condición de víctimas y utilicemos nuestro recuperado poder en transformar a nuestros agresores y opresores. Transformar a un agresor es difícil, pero sin duda es mucho mejor, y a la larga más efectivo, que querer derrotarlo. Dejemos de ser víctimas y convirtámonos en élderes. Ahí nos encontraremos con otros élderes que antes fueron agresores y juntas podremos cambiar el mundo. Toda una literatura, que aplicada a los grupos humanos tienen validez, pero cuando nos enfrentamos a la tiranía del Estado que gobierna a una nación y que alimenta de forma incesante el victimario para así perpetuar su existencia. No quiero ser una víctima, soy consciente que serlo y asumir mi rol como tal me convierte en "carnaza" de buitres que a modo de ley me imponen mi condición como tal. ¿Como saltarse en éste caso la imposición legal (relativo a la ley y el derecho) , cuando los derechos que nos asisten son articulados por los Opresores y el rol del Cuidador queda en remesa para resurgir como Opresor de los Oprimidos y Los Opresores?

domingo, 3 de agosto de 2014

LUCES Y SOMBRAS

De mañanita de reflexión de domingo...recurro a éste blog, que fué creado con el ánimo de ex -playarme, extenderme y entenderme en sentimiento y sentido. En Noviembre del 2013 llegé por esas causalidades de la vida, a un camino que ansiaba después de muchos intentos fallidos de encontrar un grupo de personas con las que poderme entender. Que no existieran, juicios de valor, ni interviniese el EGO como mandatario, manipulándo, empoderándose de nuevo de razones para existir. Qué dificil parece a veces, ser auténtica, sin asumir el riesgo que conlleva exponerte, abrirte, hacer aperturas para crecer. En éstos tiempos donde la Mente se ha convertido en el centro de control y habita cuerpos defendiéndose en nombre de la razón y las teorías. Surgen espacios donde "PODER" hacer apertura desde el "Corazón", desde el sentir sin tener necesidad de autoengañarme o fabricar un personaje para sobrevivir no sólo en medio del caos personal sino con el de los de otros. Teorías y razonamientos que una vez vivenciados, por aquello, de que "la mejor forma de conocer es vivir" , poner en práctica lo aprendido. Recibo llamada telefónica de corresponsal de guerra, dándo noticias de que la 3ª Guerra Mundial ya está servida y haciéndose espacio en medio de un nuevo mundo que no acaba de nacer. ¿ La Guerra de las Galaxias ? En el micro y macro espacio de toda célula viviente continúa librándose la peor de las batallas... Luz y Sombra. Oscuridad y Claridad... ¿ Cómo y dónde posicionarse sin perder de vista ambas realidades? ¿ A qué lobo debemos alimentar? Reina la dualidad, la división que no suma, sino que resta. Matemáticas exactas las del NASDAQ (National Associaton of Securities Dealers Automated Quotation), blanden sus banderas ensangrentadas para sostener un Mundo que se derrumba ante nuestros ojos, huele a muerte, a Guerra y destrucción. Juegos del tiempo Humanidad... me alimento de tu tiempo, de tus recursos y de tu espacio a modo de hombres grises que fuman nuestras flores horarias como decía el Maestro hora, a la querida "MOMO" versus de una historia de Michael Ende. ¿Nos organizamos hacemos algo para detener tanta destrucción? Construcción - Destrucción - Construcción Qué Violenta es la Esperanza!! Nos convertimos en opresores en pequeños grupos con la facilidad que otorga el Poder a aquellos que en nombre del empoderamiento individual o grupal del razonamiento político a las teorías del cambio, que puesto en práctica,continúa invisibilizando y silenciándo voces. Malditos privilegios! No hay mayor ni más honrado poder que el de ELEGIR cambiar mi rumbo sin la identificación obligatoria con los voceros de la justicia y la Libertad que continúan alimentando a los mismo lobos. Depredadores sangriento de Poder. EL PODER PARA Y EL PODER POR... PARA QUÉ Y PORQUÉ? Perseguimos realmente el mismo paisaje o continuamos contribuyendo a hacer mal uso del poder que se nos ha otorgado con la VIDA? ...de momento continúo elegiéndo no quedarme en ninguna parte, no sin ello exponerme de nuevo a que me acusen de no posicionarme de un lado o del otro...

sábado, 22 de marzo de 2014

Alegoría de la Dignidad

La "Dignidad " como valor inherente al ser humano en cuanto ser racional, dotado de libertad y poder creador, las personas podemos modelar y mejorar nuestras vidas mediante la toma de decisiones y el ejercicio de nuestra libertad. Los ejercicios de libertad y derecho que puestos en la práctica de la vida diaria en éste país se han visto encorsetados por lo que regulan a modo de Ley el empobrecimiento de un pueblo, la privatización de lo público, del bien común, poniendo en jaque los derechos más fundamentales del ser humano. Pretender desposeer de dignidad a la humanidad es mutilarle su valor (derecho) inviolables de las personas humanas. La dignidad se basa en el reconocimiento de la persona de ser merecedora de respeto, es decir que todos merecemos respeto sin importar cómo seamos. Al reconocer y tolerar las diferencias de cada persona, para que ésta se sienta digna y libre, se afirma la virtud y la propia dignidad del individuo, fundamentado en el respeto a cualquier otro ser. La dignidad es el resultado del buen equilibrio emocional. A su vez, una persona digna puede sentirse orgullosa de las consecuencias de sus actos y de quienes se han visto afectados por ellos, o culpable (responsable) , si ha causado daños inmerecidos a otros. La misma dignidad que nos pone por encima de la naturaleza, pues podemos transformarla también en nosotros mismos, contenerla, regularla, nos hace responsables, para tomar consciencia de que no podemos estar por encima de la naturaleza,la tenemos bajo nuestros pies, es la que nos facilita construir caminos y las que nos sostiene en la vida. Un exceso de dignidad puede fomentar el orgullo propio, pudiendo crear la sensación al individuo de tener derechos exclusivos (privilegios).Es discutible en éste caso lo que por derecho nos corresponde y nos disfrazan de "privilegios". La dignidad refuerza la personalidad, fomenta la sensación de plenitud y satisfacción. Para justificar la esclavitud se decía que el esclavo no era persona humana, sino un objeto, al igual que judíos, gitanos y homosexuales durante el nazismo. Es constante en la historia de la humanidad negar la dignidad humana para justificar y justificarse en los atentados contra ella. Racionalidad - Autonomía de la Voluntad - Libre Albedrío. Aunque los que critican ésta forma dignidad se empeñen en establecer criterios que hay humanos que no podrían tenerla. La educación juega aquí un papel importante, puesto que el auténtico ejercicio de la libertad, más allá de la arbitrariedad del comportamiento extremo, exige la formación de la inteligencia y de la voluntad, facultades específicas del espíritu humano. ¿Cómo podemos intervenir en las situaciones conflictivas en las que nos vemos envueltos? ¿cómo organizarnos con otras personas y tomar decisiones colectivas que sean del agrado de todos? ¿cómo remodelar nuestros comportamientos y actitudes personales para favorecer la colaboración, la diversidad, la empatía? ¿cómo formar colectivos y comunidades duraderas? ¿cómo tener relaciones más ricas, profundas y resilientes con las personas que nos rodean? ¿cómo utilizar el poder que tenemos en beneficio de nuestro grupo, de la comunidad y del mundo? Afirmar la libertad absoluta del individuo para decidir sobre su vida y su futuro y convencernos de que tal libertad es un derecho irrenunciable, más allá de sus opresivas consecuencias, es la esencia del mito. Y aunque posiblemente este mito surge en parte como un reflejo pendular a la demencia totalitarista del siglo pasado, el que ahora se quiera imponer la libertad como un absoluto, y se recurra incluso a la fuerza para ello, resulta cuando menos bastante sospechoso. Difícil evitar la sensación de que detrás de todo hay un calculado interés por parte de los poderosos en mantener sus privilegios. En mi trabajo con grupos he aprendido que son las figuras de poder que existen en todo grupo quienes más defienden la libertad individual y más se oponen a establecer estructuras colectivas de regulación. Aunque en muchos casos esta actitud funciona inconscientemente, no pasa desapercibida para quienes sufren sus abusos. El mito, como todo buen mito, cumple además otras funciones: acalla las quejas de quienes resultan perjudicados por esta concepción parcial de la libertad al asumirla como suya propia, los hace responsables de su inadaptación y de sus fracasos internalizando las normas que imponen los grupos de poder y, por último, convierte en extravagante, e incluso peligrosa, cualquier crítica que se haga a la libertad individual o cualquier proclama en defensa de la libertad de una comunidad a decidir colectivamente su futuro. Desde el momento en que la libertad individual se acepta sin discusión queda legitimado el poder de quienes más tienen (dinero, influencias, conocimientos o cualquier otra cualidad socialmente apreciada), ya que este poder deriva de su propia libertad para llegar a ser lo que son. Atacar dicho poder como injusto es atacar directamente la libertad del individuo, lo cual resulta imposible en un colectivo que ha elevado dicho valor al altar de lo sagrado. Hablamos de opresión cuando alguien (una parte de la comunidad) utiliza reiteradamente el poder que tiene para defender sus privilegios. Las bases de ese poder pueden ser variadas, siendo las más clásicas el uso de la fuerza, el poder económico o la pertenencia a la mayoría dominante. Los privilegios también son variados, aunque en el caso de la mayoría dominante su principal privilegio es el de establecer lo que es normal y lo que no lo es. Quien se ajusta a las normas de la mayoría se considera una personal normal, quien no lo hace puede sufrir ciertos abusos. La liberación de la opresión externa es el proceso por el cual las minorías se enfrentan a quienes detentan el poder para cuestionar los privilegios existentes y reclamar sus propios derechos. Difícil hablar de libertad cuando este enfrentamiento está teñido de violencia. La violencia sólo trae miedo, inseguridad y desconfianza. "Ulises Selva"-"El Camino del Elder". Liberarse de la opresión interna, de las ideas que la sociedad nos inculca como naturales y que conforman nuestra identidad, es un paso imprescindible para llegar a la verdadera libertad, aquella que surge de ese espacio de participación en el que me encuentro con el otro, sin duda diferente, desconocido, pero no un enemigo; y seguramente con dificultades, pero nunca con miedo, aprendo a escucharle como él me escucha a mi, a comunicarme con él y, en última instancia, a redefinir lo que yo mismx soy, mi propia identidad, incorporando parte de su ser, expandiendo mis límites, ampliando mi visión. La libertad surge de este doble proceso, personal y colectivo, por el que nos hacemos más conscientes. Así somos más libres.